JAOS

Jaos es una asociación cultural que agrupa a personas que de forma anónima recogen y diseñan dinámicas de trabajo, y procuran los medios para que estas se hagan posibles. Los proyectos de JAOS acontecen en forma de encuentros en los que quien acude se convierte en artífice y responsable autónomo de lo que sucede.



Origen del grupo:
El grupo en su forma actual es la evolución de una idea surgida en una Facultad de Filosofía, retomada en el año 2002 después de lo que podríamos llamar una muerte por desmembramiento y que desde ese momento ha ido moldeando la manera de hacer posible su propósito. Jaos es por tanto un grupo dos veces nacido. Actualmente Jaos es una Asociación Cultural, registrada como tal y con operatividad en la Comunidad de Madrid

Pilares de la propuesta:
Acción: Nuestro proyecto global, se traduce y materializa en forma de “ENCUENTROS” agrupando a gente no vinculada con los socios y que con total independencia de su experiencia creativa se introduzcan en un proceso esencial de generación de realidad. Nuestros encuentros consisten en procesos de creación colectiva , de los que se parte de una idea concreta como proyecto y se desarrollan dando lugar a un azar coherente dispuesto por los participantes. En los encuentros de Jaos siempre se utilizan objetos o materiales cotidianos , para generar a través de ellos y descontextualizandolos nuevas concepciones de la realidad.

Anonimato: Cada participante, sin distinción de su grado de implicación con el proyecto, debe de renunciar a figurar de forma personal como integrante durante la realización del mismo. Esto supone tanto el momento individual de gestar la traza de la idea original sobre la que se trabajará en conjunto, como las aportaciones que durante su desarrollo se propongan, también las gestiones para hacer posible su ejecución, y por último la participación en su forma de encuentro.

Reunificación del espacio: El espacio de reunión está manifiestamente partido. En una forma de restricción de información como la que reclama una única dirección de transferencia por la aceptación de un emisor y un receptor como elementos fijos y no intercambiables, nos proponemos romper con esta relación y permitir a todos los elementos poner en marcha una dinámica de comunicación recíproca, en una recomposición del lugar en un sólo cuerpo. El propósito de nuestros encuentros es producir situaciones de excepción, en las que se fuercen los límites de posibilidad hasta lograr su conciliación con lo imposible.

Cuestionamiento semántico: A los miembros del grupo Jaos nos resulta obvia la no adecuación de determinadas palabras con aquello que al usarlas se quiere motivar, y concluimos y proponemos como la mejor de las opciones el dejar de utilizarlas en un ejercicio de puesta en peligro que provoque la reflexión sobre la falta de conexión entre significante y significado.
El abandono de una colección de términos por quienes en teoría debiéramos defenderlos como nuestro patrimonio, irremediablemente hace que quienes se sitúan como destinatarios últimos de nuestra reflexión, perciban la disconformidad que existe entre una intención comunicativa esencial y su recepción mediada por el contexto.

El nombre de JAOS:
La palabra pronunciada “jaos” (χαος), es una trascripción fonética de la palabra que en griego clásico significa en la Teogonía de Hesiodo, tal como explica Heidegger, el abrirse de un abismo inconmensurable, sin fondo ni punto de apoyo.
Con la trascripción latina ésta palabra se ha transformado en nuestra habla en “caos” perdiendo durante el proceso su significado. Esto es algo que sucede a todas las palabras a medida que el contexto en el cual se usan evoluciona; sólo que en este caso concreto tenemos la suerte de que su significante también ha sufrido una variación y por ello podemos, pronunciándola tal como se hacía, reclamar su sentido primitivo.
El Jaos también aparece en el resto de explicaciones míticas griegas tales como la pelasga u olímpica; pero ocupándonos de Hesiodo leeremos: “Al principio nació Jaos” . Es importante diferenciar ésta narración de la que abre el texto judeo-cristiano, y en la que una decisión anterior a todas las cosas es la que da lugar a la aparición del mundo. En nuestro caso, al hablar de Jaos no se contempla nada previo, si no nace Jaos nada es posible y cuando lo hace, sucede algo magnífico pues nada es imposible todavía.
Jaos es orden, pero de una suerte distinta a la idea de poner cada cosa en su sitio con respecto al resto, orden en el sentido de armonía y equilibrio de un todo sin jerarquía. En el tiempo de Jaos no se imponen categorías, ya que aún no hay necesidad de establecer juicios. Como cuando la luz empieza a entrar entre las rendijas de la ventana y comienza a mostrar formas dentro de la habitación, pero aún no ilumina como para que sus límites se precisen y puedan informarnos de sus presencias según el nombre con el que distinguiremos una cosa de las otras.
Es el tiempo de las nereidas, titanes y gigantes, de lo inabarcable; los dioses aún no han venido a repartir atribuciones, y una masa informe se abre paso deseosa de conformar los elementos de un mundo.



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jaos@grupojaos.org

colaboradores:
Universidad Complutense de Madrid
Ayuntamiento de Alcorcón
Comunidad de Madrid

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